Sexo en el coche: ¿se acerca el Love Mobil?
En sí mismo, el sexo en el coche no es nada inusual. Muchos lo han hecho en el asiento trasero de su coche y en muchas ciudades hay calles con caravanas muy aparcadas donde las putas ofrecen sus servicios. Los coches que se conducen solos podrían abrir nuevas posibilidades para el sexo en el coche.
¿Cómo podría ser el desarrollo?
Todos los grandes fabricantes de automóviles están trabajando en el desarrollo de coches de autoconducción. Esto no sólo significa que ya no se necesita un conductor en un vehículo de este tipo, sino que los ocupantes pueden ocuparse de otras cosas mientras conducen, como por ejemplo tener sexo en el coche. Esto ya no supone un riesgo porque nadie tiene que concentrarse en la conducción del vehículo ni en el tráfico rodado. En cambio, puedes dedicar toda tu atención a las relaciones sexuales y hacerlo a toda velocidad.
El sexo en el coche como modelo de negocio
En cuanto haya coches autónomos más grandes, no es improbable que las putas descubran esta nueva posibilidad y ofrezcan un prostíbulo rodante, por así decirlo. El cliente reserva la dama y espera en un lugar predeterminado a la hora acordada. El “Love Mobil” llega, él sube, paga y comienza el tour del amor. Una vez transcurrido el tiempo acordado, se le deja de nuevo.
Un vehículo más grande, por ejemplo una furgoneta o un transportador, podría incluso ser manejado por varias señoras juntas y también utilizado para el sexo en grupo.
Sexo en el coche – Estas son las ventajas
Algunas ventajas del modelo de negocio “sexo en el coche” llaman inmediatamente la atención. El vehículo garantiza la privacidad, ya que se utilizan cristales tintados. Los pretendientes y las putas también están protegidos del viento y la intemperie, ya que es prácticamente una habitación del amor sobre ruedas. Las chicas ya no tienen que esperar a los clientes con viento y mal tiempo. Tampoco es necesario pagar el alquiler de un piso a plazo.
Sexo en el coche: ¿también hay desventajas?
Los coches que se conducen solos son caros. Probablemente sólo haya unas pocas putas nobles que puedan comprar un vehículo así. Estoy seguro de que hay personas que poseen esos vehículos y los alquilan a las chicas para tener sexo en el coche por horas. Es la misma historia que la de los pisos de citas. Para las mujeres, el proxenetismo sigue siendo un trabajo peligroso, porque nunca saben quién va a subir al coche con ellas. Los delincuentes podrían reservarlas para tener sexo en el coche, pero en lugar de eso las roban.
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